JOAQUÍN SOROLLA
VISIÓN DE ESPAÑA A TRAVÉS DE OLEO SOBRE LIENZO
EL BOYERO
Obra realizada por Sorolla con motivo del proyecto titulado “Las regiones de España”, encargado por Archer Milton Huntington, para decorar la Biblioteca de The Hispanic Society of América de Nueva York.
Sorolla da a la región de Castilla un gran protagonismo por considerar que vertebraba la geografía e historia de España. Antes de realizar el gran panel “Castilla. La fiesta del pan”, realiza una serie de estudios al óleo, con figuras de tamaño natural, representando a los distintos tipos regionales, que son un verdadero testimonio de la labor antropológica llevada a cabo por el pintor.
El boyero castellano es uno de los bocetos más imponentes por su intensidad pictórica. Su autor lo colocaría en el panel definitivo tras el grupo de los niños que centran la escena, aunque suprimiendo la figura del boyero. En su ejecución mantiene los principios lumínicos y naturalistas que definían hasta entonces su pintura.
Este emblemático cuadro, sin duda el más famoso entre todos los pintados por Sorolla durante su juventud con argumento social, es también ejemplo fundamental de la inmersión del artista en este género, entonces de plena vigencia en los ambientes artísticos oficiales madrileños, en los que Sorolla se propuso lograr sus primeros reconocimientos públicos. Además, es seguramente el más sentido de todos ellos en la hondura de su significado, por representar un asunto tan sensible a las vivencias de las gentes de su tierra natal, logrando con él una de las escenas más emocionantes de la pintura española del realismo social de fin de siglo.
DOS DE MAYO
El cuadro representa la defensa del Parque de artillería de Monteleón durante el Levantamiento del 2 de mayo en Madrid. La defensa estuvo comandada por los oficiales Luis Daoíz y Pedro Velarde y son los personajes que dominan el centro de la composición.
EL REGRESO DE LA PESCA
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El Regreso de la pesca: remolcando del barco es un óleo sobre lienzo del pintor español Joaquín Sorolla en 1894.
El pintor elige un rincón del Patio de la Alberca de los Reales Alcázares de Sevilla en el que se acentúa la sensación de intimidad y sosiego. A ello contribuye el punto de vista ligeramente picado y el encuadre fotográfico, descentrado y parcial. Los protagonistas del cuadro son el agua y los reflejos que en ésta se producen de los muros blancos y las macetas dispuestas en el borde.
La luz sesgada ilumina las macetas, el borde de la alberca y el arbusto de la derecha, estableciendo un juego de contrastes lumínicos que enriquece el reflejo amoratado en el agua.
Los Reales Alcázares de Sevilla atrajeron tanto al artista que muchos de sus rincones inspiraron los de los jardines de su vivienda en Madrid, actual Museo Sorolla.
ACTRIZ MARÍA GUERRERO
La actriz María Guerrero como «La dama boba» es una obra de Joaquín Sorolla y Bastida pintada al óleo sobre lienzo. Está datado en el año 1906 y actualmente se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
MARÍA TERESA MORET Y REMISA
Representa a María Teresa Moret y Remisa, esposa del pintor Aureliano Beruete, sentada en un sencillo sillón delante de un fondo neutro, en el que el manto junto al traje de gasa negra con encajes y la fina gargantilla de oro al cuello son los únicos elementos suntuarios del retrato.La pintura es pareja de otra que Sorolla hizo del pintor, mostrando en ambos las deudas con el retrato tradicional español, al situar a los personajes sobre fondos neutros, que tanto recuerdan a la obra de Velázquez. La ausencia de elementos secundarios alrededor hace que el espectador se concentre en la figura. A este efecto contribuye también una luz muy dirigida que ilumina el rostro.
PERROS DE MERCADO
Se trata de una obra que el artista envió en su segundo año de pensionado en Roma.
SANTA CLOTILDE
Santa en oración es pintado en 1888, durante la estancia de Sorolla en Italia y en los inicios de su matrimonio con Clotilde donde tuvieron que enfrentarse a sus primeros problemas juntos. Por eso no es de extrañar el apego sentimental que sentían por la pequeña obra la cual les acompañará a lo largo de su vida. Prueba de ello es que el cuadro aparece en numerosas fotografías del estudio del pintor, colocado en lugar preferente e incluso en algunos retratos que realiza y que lo incluye como decoración de fondo.










