sábado, 17 de marzo de 2018

MIGUEL DELIBES






(Valladolid, 1920 - 2010) Periodista y escritor español cuya obra narrativa, que prolonga y renueva el realismo tradicional, lo ha convertido en uno de los literatos más prestigiosos de la segunda mitad del siglo XX.
Si bien se inició hacia 1940 como dibujante de caricaturas que firmaba con el seudónimo Max en el diario El Norte de Castilla, de Valladolid, no tardó en pasarse a la crítica de cine. En 1944 ingresó como redactor al mismo diario de su ciudad natal, del que también llegó a ser subdirector (1952) y director (1958-1963). Por entonces, después de hacer el bachillerato y el doctorado en derecho mercantil, obtuvo una cátedra de historia del comercio. Los textos legales tuvieron para él una capital importancia para definir su estilo preciso y desprovisto de adjetivaciones superfluas.
Aunque su primera novela La sombra del ciprés es alargada (1948) fue premiada, sus comienzos en la narrativa, incluyendo Aún es de día (1949), evidenciaron notables limitaciones en la estructura del texto y en la composición del relato, pero ya en El camino (1950) se mostró dueño de un mundo de ficción y de las herramientas de estilo que en adelante definieron su personalidad literaria. "El artista que lo es de verdad, dispone de un mundo personal e insobornable; su único problema y no baladí reside en la elección de una voz", declaró en cierta ocasión.
El estilo y la concepción de una prosa que revelaba una gran riqueza léxica constituyeron sus principales aportes a una renovación de la novelística española cuyo enquistamiento en el realismo era signo de decadencia. Este impulso confirió a su obra un aura de frescura que atenuó el conservadurismo ideológico que subyacía en el desarrollo y desenlace de sus historias.
Su insistencia en imponer la idea de la naturaleza y la aldea como lugares idílicos y la inmovilidad social presentada como forma de continuidad de tales espacios aparecen como expresiones del conformismo que inspira a sus personajes. Si bien siempre mantuvo el juego dialéctico de campo-ciudad como correlato de autenticidad-falsedad, como se observa, por ejemplo, en El disputado voto del señor Cayo (1978), no renuncia a buscar recursos expresivos que sean capaces de recrear la "realidad" inmediata.
En 1966, la publicación de Cinco horas con Mario, obra más tarde adaptada al teatro, supuso su primer intento significativo de valerse de otros métodos narrativos para ahondar en su exploración de la sociedad a través de la vida íntima de sus personajes. Aquí, al igual que en novelas como Mi idolatrado hijo Sisí(1953), Las ratas (1962) o Los santos inocentes (1981), la fuerza de los personajes y la identificación del autor con ellos hacen que las tesis políticas, éticas e ideológicas de éste queden nítidamente superadas.
Parábola del náufrago, publicado en 1970, representó su mayor intento de innovación de forma y experimentación lingüística. Un intento sin embargo en parte desvirtuado en la medida en que parodiaba los métodos modernos que había utilizado en consonancia con los propuestos por la novela hispanoamericana contemporánea. El diálogo es expresión de la memoria en Las guerras de nuestros antepasados (1974), como también lo es la epístola Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983) y, a la vez que formulación del tránsito a otra forma de organización social, del juego dialéctico entre lo auténtico y lo inauténtico.
Esta dicotomía característica del realismo dialéctico operó así como eje vertebrador de su producción y naturalizó su mensaje en libros como Diario de un cazador(1955), Diario de un emigrante (1957), 377A Madera de héroe (1987), Mi vida al aire libre (1989) o El hereje (1999). Asimismo cabe destacar su particular interés por Castilla, manifiesto en Viejas historias de Castilla la Vieja (1969) y Castilla, lo castellano y los castellanos (1988), y su afición a la caza, la pesca y el campo, que se refleja en El libro de la caza menor (1964), La caza de la perdiz roja (1963), Mis amigas las truchas (1978) y La naturaleza amenazada (1991).
En 1975 ingresó en la Real Academia Española. Obtuvo los premios de la Crítica (1962, por Las ratas), Príncipe de Asturias de las Letras (1982), Nacional de Literatura (1991), Cervantes (1993) y Nacional de Narrativa (1999).


PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS


·         Premio Nadal 1948 por La sombra del ciprés es alargada
·         Premio Nacional de Narrativa 1955 por Diario de un cazador
·         Premio Fastenrath 1957 por Siestas con viento sur (Real Academia                           Española)

·         Doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid (1983)
·         Premio de las Letras de Castilla y León 1984
·         Caballero de la Orden de las Artes y las Letras (Francia, 1985)
·         Hijo Predilecto de Valladolid (1986. 
          Doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid (junio de       1987)

·         Premio Ciudad de Barcelona por Madera de héroe
·         Doctor honoris causa por la Universidad del Sarre (1990)
·         Premio Miguel de Cervantes 1993
·         Medalla de Oro de la provincia de Valladolid (1993)
·         Doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares (1996)
·         Premio Luka Brajnovic de la Comunicación 1997 (Universidad de Navarra)
·         Ingeniero de Montes de Honor por la Escuela Técnica Superior de                       Ingenieros de Montes (1998)
·         Premio Nacional de Narrativa 1999 por El hereje
·         Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1999)
·         Premio Vocento 2006 a los valores humanos
·         Doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca (2008)
·         Hijo Adoptivo de MolledoCantabria (2009)
·         Medalla de Oro de Castilla y León (2009)

·        Medalla de Oro al Mérito Turístico del Gobierno de Cantabria (2009).



MIGUEL DELIBES MARINERO

 Es 17 de julio de 1936. Se acaba de sublevar la guarnición militar de Melilla. Han dado las cinco de la tarde. El Alzamiento como tal se extiende por toda España el 18 de julio. En Madrid, el domingo 19 todavía se puede ir a misa a primera hora. Después ya no. Valladolid es zona nacional desde el primer momento. A los Delibes, que nunca han vestido camisa azul, les pilla el inicio de la guerra en la propia capital vallisoletana. El joven Miguel acaba de terminar su Bachillerato en el Colegio de Lourdes, de los Hermanos de La Salle, con unas brillantes calificaciones
Durante la guerra, Delibes y sus amigos matan el tiempo, entre otras cosas, jugando a las cartas en una buhardilla que les ha dejado su madre.
Cuando llega 1938, cerca ya de cumplir la mayoría de edad, Miguel  se alista como voluntario en la Marina junto con otros amigos. Parece que la idea de alistarse ha surgido de Luis María Fernández, amigo de Delibes que luego morirá en el hundimiento del crucero Baleares. Embarca Miguel de nuevo ingreso en el buque escuela Galatea el 8 de febrero de 1938, en periodo de instrucción. El Galatea, buque brik-barca de velas cruzadas, se botó en 1896 en los astilleros de Glasgow y ya es un viejo conocido de la Marina española. Allí recibe las enseñanzas fundamentales que son necesarias para todo marinero hasta que desembarca del Galatea para embarcar en el crucero Canarias el 27 de abril de 1938. Así nos lo dice el libro matriz del buque escuela Galatea: “Desembarca y embarca en el Canarias a disposición del jefe del Bloqueo”.
Es 17 de julio de 1936. Se acaba de sublevar la guarnición militar de Melilla. Han dado las cinco de la tarde. El Alzamiento como tal se extiende por toda España el 18 de julio. En Madrid, el domingo 19 todavía se puede ir a misa a primera hora. Después ya no. Valladolid es zona nacional desde el primer momento. A los Delibes, que nunca han vestido camisa azul, les pilla el inicio de la guerra en la propia capital vallisoletana. El joven Miguel acaba de terminar su Bachillerato en el Colegio de Lourdes, de los Hermanos de La Salle, con unas brillantes calificaciones.
Durante la guerra, Delibes y sus amigos matan el tiempo, entre otras cosas, jugando a las cartas en una buhardilla que les ha dejado su madre.
Cuando llega 1938, cerca ya de cumplir la mayoría de edad, Miguel  se alista como voluntario en la Marina junto con otros amigos. Parece que la idea de alistarse ha surgido de Luis María Fernández, amigo de Delibes que luego morirá en el hundimiento del crucero Baleares. Embarca Miguel de nuevo ingreso en el buque escuela Galatea el 8 de febrero de 1938, en periodo de instrucción. El Galatea, buque brik-barca de velas cruzadas, se botó en 1896 en los astilleros de Glasgow y ya es un viejo conocido de la Marina española. Allí recibe las enseñanzas fundamentales que son necesarias para todo marinero hasta que desembarca del Galatea para embarcar en el crucero Canarias el 27 de abril de 1938. Así nos lo dice el libro matriz del buque escuela Galatea: “Desembarca y embarca en el Canarias a disposición del jefe del Bloqueo”.




MIGUEL DELIBES PERIODISTA

Al periodismo nací hace ahora cuarenta años y a través de El Norte de Castilla y de mis colaboraciones esporádicas en diarios y revistas he permanecido vinculado a lo largo de cuatro décadas. En este tiempo aprendí dos cosas fundamentales para mi posterior dedicación a la novela: la valoración humana de los acontecimientos cotidianos –los que la prensa refleja– y la operación de síntesis que exige el periodismo actual para recoger los hechos y el mayor número de circunstancias que los rodean con el menor número de palabras posibles. Con este bagaje periodístico pasé a la narrativa y, a pesar de los años transcurridos, permanezco fiel a aquellos postulados, es decir, mi condición de novelista se apoya y se sostiene en mi condición de reportero. El periodismo ha sido mi escuela de narrador.


MIGUEL DELIBES CAZADOR

La caza es un esparcimiento fundamentalmente dinámico. El morral hay que sudarlo. La cacería se monta sobre madrugones inclementes, ásperas caminatas, comidas frías en una naturaleza inhóspita, lluvias y escarchas despiadadas… Pero hay algo que compensa al cazador de tantas contrariedades. […] Una pieza en perspectiva basta para que toda molestia se disipe y se produzca en el cazador una profunda remoción psíquica. […] la caza, más que una afición, es una pasión. […]
La caza es un placer de ida y vuelta. Durante seis días de la semana el hombre se carga de razones para abandonar por unas horas los convencionalismos sociales, la rutina cotidiana, lo previsible. Al séptimo día, se satura de oxígeno y libertad, se enfrenta con lo imprevisto, experimenta la ilusión de crear su propia suerte… pero al mismo tiempo se fatiga, sufre de sed, de hambre o de frío… En una palabra, se carga de razones para abandonar su experiencia de primitivismo y regresar a su sede urbana, a su domesticidad confortable. El método es tan bueno como otro cualquiera para sobrellevar la vida; o, quizá, mejor que otro cualquiera.

ALGUNAS DE SUS OBRAS

 

 

 











Fotos, textos y vídeo de Internet.

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